La Chinchilla





Chinchilla es un género de roedores histricomorfos de la familia Chinchillidae conocidos vulgarmente como chinchillas. Es endémico de la mitad sur de los Andes. El género Chinchilla agrupa dos especies y una variedad doméstica, creada por el cruce de las salvajes, aparte de la variedad doméstica, todas las chinchillas están amenazadas de extinción. Las chinchillas son muy apreciadas en peletería y han sido cazadas en gran cantidad, lo que las ha llevado a su escasez.

Comportamiento social

El hábitat de las chinchillas es la cordillera de los Andes, de hasta más de 4.500 m de altitud según la especie, en zonas rocosas desérticas. Antiguamente, vivían en grupos familiares de cientos de ejemplares, pero su rarefacción tiende a reducir más y más el tamaño de las últimas colonias conocidas de C. lanigera. Las hembras son más grandes que los machos, y son dominantes. Hay opiniones divergentes sobre su eventual monogamia.

Higiene

Las chinchillas no se bañan en agua porque les salidrían hongos y morirían, es un animal de desierto así que se baña en arena.





Características y alimentación

Las chinchillas tienen un pelaje particularmente espeso que limita la evaporación en estas regiones donde la temperatura varía mucho de la noche a la mañana. Mientras que en los humanos, cada folículo piloso lleva un único pelo, en las chinchillas, cada folículo lleva más de cincuenta. El heno es la base de la alimentación de las chinchillas. Si tuviésemos que cuantificar su importancia diríamos que el 75% de la ración de una chinchilla debería ser heno. Una de las misiones más importantes, y que menos se valoran, es la de facilitar el desgaste de las muelas por su composición y por la forma en que es ingerido. Por esto, las chinchillas deben tener siempre heno.

Amenazas

Como pequeños herbívoros que son, las chinchillas son presas típicas. Sus pequeños incisivos de color naranja y sus patas con dedos parcialmente atrofiados (patas anteriores: cuatro dedos y un dedo atrofiado; posteriores, tres dedos y un dedo atrofiado) y dotados de garras muy cortas, no son suficientes para protegerlas.
Su defensa es huir, las patas posteriores, más desarrolladas que las anteriores y con cojinetes antiderrapaje, junto con una cola espesa y gruesa, les permiten ponerse a dos patas para observar a lo lejos, saltar al estilo de los canguros y trepar a las paredes rocosas para huir rápidamente ante el más mínimo indicio de peligro.
El pelo cae en forma de pelusas, y la cola se rompe fácilmente para permitir a las chinchillas huir de los raros predadores naturales que tienen (aves de presa, zorros y felinos silvestres).
La cabeza de una típica chinchilla doméstica adulta. Cabe destacar su desarrollo adaptado a la vida nocturna de las vibrisas, los ojos y orejas. Las chinchillas son animales nocturnos con unos grandes ojos negros y grandes orejas bien desarrolladas, que les permiten orientarse en la oscuridad entre las rocas.


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Raúl González De La Rosa